Y es que a la hora de ver los números, en la etapa de primaria hablamos de una media de 22 alumnos/as por maestro/a. Así como en la etapa de secundaria una media de 25. Estas clases masificadas provocan que el profesorado dedique demasiado tiempo a implantar orden en el aula. Por lo tanto, los estudiantes se ven afectados a la hora de aprender, y sobre todo, la situación perjudica a aquellos con necesidades educativas especiales.
Esta situación ha generado que muchos menores necesiten un refuerzo educativo extra.
¿Qué ha sucedido también en muchos de estos centros de enseñanza no reglada o denominadas academias?
La respuesta está en que muchos de estos centros han primado en sobrecargar sus aulas en contraposición a garantizar una correcta formación al menor. Es decir, nos encontramos con el mismo problema que atañe a la educación formal. Por lo tanto, también se entorpece el proceso de enseñanza-aprendizaje, ralentiza la detección de necesidades de cada alumn@ y además las intervenciones pierden eficacia.
Debido a esta problemática, los familiares se preguntan;
- ¿Qué hacen l@s niñ@s en sus clases de refuerzo educativo?
- ¿Le sacarán provecho?
- ¿Realmente están aprendiendo?
Estas son algunas de las preguntas que pueden llegar a hacerse, sobretodo, cuando no se aprecia una mejora de los resultados académicos.
La clave del éxito se encuentra en que el ratio de cada clase no supere los 8 alumnos/as por profesor/a. Esto permite que la enseñanza sea personalizada y adaptada a la necesidad de cada uno, ya que cada alumno aprende de distinta forma y tiene distintas necesidades educativas.
Como se comenta anteriormente, el hecho de no tener un aula masificada permite identificar de forma rápida las necesidades educativas de cada estudiante y por lo tanto, también permite una rápida y eficaz intervención.
Muchos niños y niñas no se encuentran motivad@s a la hora de realizar sus tareas, por lo tanto es fundamental el apoyo de un profesor/a para aumentar esta motivación y que sean capaces de afrontar cualquier actividad con total autonomía.
También son muchos los alumnos y alumnas que no saben como afrontar un examen, tienen dificultad para hacer resúmenes, esquemas y organizar el tiempo que debe dedicar a cada asignatura. Es importante dotar a dichos alumnos de herramientas y técnicas de estudio que les permitan lograr sus objetivos académicos, y que cada uno se adapte a la técnica de estudio que mejor le convenga.
Algunas veces surgen dificultades en una o varias asignaturas, donde el niño o la niña necesita ayuda particular para reforzar los contenidos educativos. El hecho de poder dedicarle el tiempo necesario a cada estudiante garantiza que afronten la materia con confianza y éxito.
Las aulas de Rendimiento Escolar® en Gamue se basan en la excelencia hacia el alumnado garantizando el trato individualizado y la comunicación continua con los padres y madres.