Son una serie de patrones de conducta que van muy de la mano de la frustración de los niños y niñas. Suele manifestarse con una actitud algo agresiva y que da a entender el enfado del pequeño o pequeña ante una situación que no les gusta demasiado.
¿Cada cuánto tiempo pasa? Pues dependiendo de la personalidad del niño/a y también de que es algo más normal en cuanto menor sea el pequeño/a. Además hay que tener en cuenta que no es un indicativo de tener problemas psicológicos, es más normal de lo que imaginas. Sin embargo, sí suele ser una constante en el día a día del menor, es preferible buscar ayuda en profesionales.
Hay muchos factores y motivos que llevan a que aparezcan estas rabietas. Destacamos entre ellas las muchas dificultades que los pequeños tienen a la hora de controlar sus impulsos. Esto pasa porque su cerebro aún está en fase de desarrollo y por lo tanto también su control de las emociones, por lo que no suelen tener ideas o valores a largo plazo. Por ello, los menores tienen una mentalidad más a corto plazo ya que no tienen esa capacidad aún de contrastar sus deseos y emociones.
Desde Gamue te queremos dar varios TIPS para que puedas afrontarlas desde la paciencia y calma y puedas reducir el estado en el que se encuentren los peques.
Aunque el/la niño/a tenga una actitud de mucho enfado es importante que no hagas lo mismo y empezar a crear una pelea mayor. Hay que hacer lo opuesto. Debemos optar por tomar una actitud de tranquilidad para que vea un contraste entre lo que hace él/ella y tú para que poco a poco se contagie esa actitud.
Si ves que en algún momento intenta hacerse daño es importante contener sus piernas o brazos. Quizás, el contenerlo, pueda ayudarle a calmarse antes gracias a que se agota. Si no está haciendo ese tipo de movimientos, es mejor entonces no agarrarlo para que no se sienta intimidado.
Si no ha acabado la rabieta, es mejor no establecer una conversación racional. De esta manera podría entender que si no deja esa actitud, no podrá establecer una “negociación” contigo para poder llegar a lo que estaba buscando.
Muestra siempre cuál es tu actitud hacia esa rabieta y por lo tanto no tomes decisiones contradictorias para que no sienta que te comportas de modo extraño, de lo contrario, sentirá que no tienes ningún tipo de autoridad y no podría calmarse.
Nunca hay que ceder a su rabieta y darle lo que pedía. Que asocie las recompensas con una buena actitud y no enfadándose. Además, es recomendable que no lo castigues por su comportamiento; que sienta que las cosas se pueden solucionar hablando y dialogando sin llegar a extremos.
Si te pasa esto, queremos que sepas que en Gamue contamos con profesionales en la rama de la pedagogía y psicopedagogía que pueden ayudarte y ayudarlos a mejorar la gestión de sus emociones, además de cómo afrontan sus relaciones personales y sus hábitos. Puedes contactarnos a través de un email a info@gamue.es o mándanos un mensaje de WhatsApp al 648 903 903. ¡Estaremos encantados de hablar contigo!