¿La Estimulación Magnética Transcraneal es realmente un tratamiento beneficioso para el autismo? Han sido varios los casos de familias que acuden a nuestro gabinete preguntando sobre dicho sistema. Y hoy nos gustaría contarles sobre este tema de gran importancia en la actualidad.
Como publica la FDA, la Agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos, la Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) utiliza campos magnéticos para estimular las células nerviosas del cerebro, emitiendo pulsos magnéticos repetitivos. Su comercialización fue avalada para el tratamiento de la depresión en 2008 y para ciertos dolores de cabeza por migraña en 2013. Es más adelante, en 2018, cuando la FDA la permite para el tratamiento del Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Pero a día de hoy NO HAY PERMISOS avalados para el tratamiento en pacientes con Trastorno del Espectro Autista, al igual que para otro tipo de patologías, como son el Trastorno por el Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), trastornos del movimiento, problemas motores, etc.
Como mismo afirma el Dr. Manuel Casanova, pionero y el mayor especialista mundial en la EMT, cuando explica que es una intervención experimental en el campo del autismo y que no hay ensayos multicéntricos con suficientes pacientes, incluso no hay seguimientos durante el periodo de tiempo debido de los participantes que recibieron la Estimulación Magnética Transcraneal, como para probar dicha eficacia y permitir la comparación con otro tipo de tratamientos.
La Fundación Vasca de Innovación e Investigación Sanitaria a través del Ministerio de Sanidad, realizan una investigación sobre diversos tratamientos para el autismo y sus conclusiones abordan las mismas afirmaciones, actualmente, no puede recomendarse la EMT como tratamiento para el Trastorno del Espectro Autista.
A pesar de que se intente vender su eficacia, dicha eficacia sigue siendo dentro de ensayos clínicos, donde dichos resultados se han podido observar en pacientes de alto funcionamiento. Y dichos efectos no son permanentes, además de relacionarse principalmente con la irritabilidad, la ansiedad y la atención, y estereotipizar dicho trastorno.
No podemos olvidar que el autismo no tiene cura. Como aconseja la FDA, ante como identificar las afirmaciones fraudulentas o engañosas en relación a los tratamientos del espectro: desconfíe de productos que van dirigidos hacia gran cantidad de enfermedades, los testimonios personales no son pruebas científicas, desconfíe de curas rápidas (pocas enfermedades son tratados con rapidez) y no hay curas milagrosas.
Tampoco podemos dejar de mencionar los efectos secundarios que produce la EMT, ya se encuentran diversos casos de convulsiones informados durante su uso, que llaman la atención de los investigadores, ya que un tercio de los individuos con TEA sufren epilepsia.
Por lo tanto, es de vital importancia saber que cuando les recomienden dicho tratamiento como viable para el TEA, así como para el TDAH, trastornos del movimiento, problemas motores, etc., la realidad es que no está avalada por la FDA, ni la Agencia Europea del Medicamento, ni por la Agencia Española del Medicamento, debido a que no se ha probado su efectividad y podrían estar incurriendo a la falta de ética y de rigor científico.
No olvidemos que el tratamiento del autismo y del TDAH es multidisciplinar, siempre puede acudir a Psicopedagogía, Terapia Ocupacional, Logopedia, Psicología, etc. Y en el caso de psicofármacos se puede tratar las comorbilidades, pero nunca el autismo.
“La vida tiene para mi valor y sentido, y no tengo deseo que me curen de mi mismo” Jim Sinclair.