Muchas familias vienen a Gamue desorientadas preguntándonos qué diferencia hay entre un/a terapeuta ocupacional y un/a psicopedagoga. Incluso, algunas vienen frustradas porque llevan años con terapia ocupacional y apenas ven avances. En muchos casos se debe a que el menor no recibe terapias de psicopedagogía (siendo estas, la base de todo) o se extralimita de sus competencias el/la terapeuta ocupacional en materia pedagógica sin la formación adecuada.
Para conocer la diferencia entre terapia de psicopedagogía y terapia ocupacional vamos a explicar en profundidad cada una de ellas;
La psicopedagogía es una profesión de gran necesidad. Y es que, la labor del psicopedagogo se centra en el estudio de “una persona en situación de aprendizaje” de cualquier edad, evaluando, diagnosticando y ayudando a las que tienen más dificultades en el proceso de aprendizaje. Trabaja sobre los trastornos que tienen que ver con el área cognitiva, como los procesos de atención, de la memoria, la percepción y el pensamiento, que son vitales para el proceso de aprendizaje y el desarrollo integral del niño.
La Psicopedagogía nos brinda:
• Evaluación, diagnóstico, intervención y prevención de las dificultades en el aprendizaje.
• Orientación en las dificultades de la atención y la concentración.
• Refuerzo pedagógico al menor.
• Orientación socio-emocional: sociabilidad, tolerancia a la frustración, concentración y atención, compresión de reglas de los juegos, tiempos de espera y pautas de trabajo.
• Adaptación e implementación de metodologías didácticas tomando en consideración las necesidades educativas particulares.
La terapia ocupacional ayuda a los niños con discapacidades físicas, sensoriales o cognitivas. Les ayuda a llevar a cabo tareas cotidianas, como comer, ponerse los calcetines y los zapatos, centrándose en el aprendizaje, la escritura, en jugar con juguetes o con otros niños. Es una profesión sociosanitaria que se ocupa fundamentalmente de la promoción de la salud y el bienestar a través de la ocupación.
La Terapia Ocupacional nos ofrece:
• Aspectos de la motricidad global: mejoramos tono muscular, esquema corporal, equilibrio, alcance de objetos, prehensión, desarrollo de la preferencia manual, coordinación óculo manual, marcha adecuada.
• Función sensorial: reacción a los estímulos externos e integración del desarrollo perceptivo motor.
•Comportamiento en las actividades lúdicas.
Cabe destacar que la terapia ocupacional únicamente tiene que ir al número de sesiones indicadas por el terapeuta y se vuelve a valorar una vez concluidas estas. Tiene carácter temporal por el cual finaliza una vez se hayan alcanzado los objetivos para dotar al menor de la autonomía suficiente.
Cada niño/a aprende a su ritmo, por lo que la duración del tratamiento puede variar. Muchas de sus necesidades cambian al crecer o si cambian de centro escolar, por lo que en ocasiones vuelven a acudir a terapia ocupacional para ver nuevas formas para afrontar esas novedades o problemas que puedan surgir de esos cambios.
1. Siempre hay que acudir a un psicopedagogo o psicólogo con especialidad educativa para una primera evaluación del caso.
2. Mediante esta evaluación se recomendará cómo proceder, qué necesidades tiene el pequeñ@ y cómo se va a actuar.
3. En caso de una necesidad complementaria o alternativa, se derivará a otros profesionales, como pueden ser terapia ocupacional, logopedia, etc. Siempre trabajando de la mano con los orientadores del colegio del menor, en el caso de ya estar escolarizado, para llevar un mejor control sobre el caso y poder afianzar el aprendizaje obtenido en todos los ámbitos.
Podremos decir que la terapia ocupacional es una disciplina que complementa el tratamiento psicopedagógico de trastornos del neurodesarrollo. Siendo tarea del psicopedagogo la evaluación, detección, implementación y orientación de los tratamientos necesarios, abarcando los escenarios con los cuales se vincula el niño, que van a determinar las posibilidades de rehabilitación.
Por lo tanto, dependiendo del grado de funcionalidad del niño, se plantea la intervención de muchas disciplinas, donde se incluyen algunas complementarias al tratamiento psicopedagógico, entre ellas la terapia ocupacional o la logopedia.
En Gamue siempre hemos tenido clara la importancia de informar con la máxima transparencia y rigor a las familias en beneficio del menor. Nuestra mayor motivación es dar de alta a los niños y niñas, que sigan su camino junto con su familia. No compartimos la praxis de crear una dependencia constante de ningún centro ni extralimitarse en competencias no cualificadas.